sábado, 1 de marzo de 2014

hay otras guerras

Noche de Nick Cave y Flor de Caña Gran Reserva (uno es pobre pero no imbécil... al menos eso quiero pensar) en que la poesía sónica de culpas, rencores y melancolías del bardo australiano se diluye junto a las fluorescencias opacas del alcohol bien (o mal, ya no sé) digerido. Y acuden a la memoria que no tengo agueridos guerreros de bandera fofa, carnes derrotadas y desencadenados canes que buscaban El Dorado, en tierras americanas, para lograr la satisfacción viciosa de réditos y manjares, monedas y hembras, violencias y latrocinios que los suyos no les permitirían... o tal vez sólo buscasen poder seguir soñando que su vida tenía más sentido que el que habían marcado, a fuego, en su grupa de batalla y niebla, esos que llamamos, aún hoy, los poderosos.

Hoy, en trayecto cruzado, mordiscos de rabia y consignas de odio surcan el Atlántico. Y Europa sufre asaltos al poder mientras América asalta desde el poder (y viceversa, qué mas da, quién es el bueno, quién el malo, en este fuego cruzado de bandos, banderas, hipotecas, supuestas libertades, cenas sin pan, redes insociales, exabruptos, niños descalzos de zapato nuevo y miserias?) 

Afortunadamente, a uno y otro lado, podemos gozar el estallido limpio de la palabra, la deflagración benévola de la Poesía, y a mí me llega, hoy, como una explosión de belleza acertada, la tipografía gloriosa del gran Javier Vayá... gracias, hermano, por recordarnos que hay otras guerras, que vivimos tiempos extraños, que ellos lo saben y de eso se aprovechan...

FUEGO CRUZADO
Javier Vayá
Ojalá no tengas que verte nunca
en mitad de un fuego cruzado
entre el ruido de sables
en un lugar común y cacareado
ojalá que el ruido y la furia
y el odio y la patria y la gloria
y el disparo bienintencionado
no te alcancen con el pie cambiado
ojalá no tengas que verte nunca
en mitad de un fuego cruzado
que no te pudra la propaganda
de ninguno de los bandos
y la cruz y la venganza y la ruina
y el mal menor y el daño colateral
y el consuelo torpe de muchos
se conviertan en el pan diario
ojalá no tengas que verte nunca
en mitad de un fuego cruzado
que le levantes la falda a la verdad
para ver qué diablos hay debajo
y lo absoluto y el miedo y el honor
y el luto impostado y el dolor fingido
y Georges Washington ensangrentado
y la realidad ponzoñosa del telediario
no te agarren nunca despistado
en mitad de un fuego cruzado.

1 comentario:

  1. Bella reflexión sobre el crudo y real poema FUEGO CRUZADO (que por supuesto y desgraciadamente, no conocía ). Gracias.

    Rafael

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te escucho...