miércoles, 21 de noviembre de 2012

somos números

Hoy se realiza en Bolivia el Censo de Población y Vivienda 2012. No me pregunten por qué, pero está prohibido el tráfico rodado y toda persona que habite el país debe permanecer en su vivienda (o lo que de tal haga las veces) durante 24 horas. Aún a riesgo de incurrir en delito y proveerme un futuro dudoso, caigo un par de veces en la tentación de cruzar el umbral de la casa, bajar las escaleras y salir a recorrer estas calles vacías, como recién despertadas de un ataque con bombas de neutrones ...


no llego a salir a la calle, no me crean tan intrépido, o acúsenme de la cautela propia de los entrados en edad (que también)...me limito a asomar la mirada a la terraza y reflexionar cuán fácilmente nos convertimos, los humanos, en números...


día de perder el tiempo
frente a la computadora,
la televisión,
la batidora...

día de permanecer en casa,
desechada la esperanza
de salir a pasear
una ciudad sin peatones,
ni automóviles,
ni ruidos...

día de censo en Bolivia,
todos recluidos en casa
como después del último
parte de guerra,
como antes
del bombardeo...

día de calles huérfanas
de paseantes,
de tiendas ausentes
de transacción
y moneda...

día sin gloria
cuajado de pena

miro los chagallianos cielos
de Cochabamba,
amenazados de tormenta,
desprestigiados de sol y temperatura

el Cristo de la Concordia
lanza un guiño a mi desconsuelo,
extiende los brazos y reza,
bendiciendo a los ciudadanos
que aguardan la visita
inevitable
de los agentes del censo

mañana será un nuevo día

día de bocinazos agrestes,
saludos musitados,
humo,
calor
y trabajo...

hoy toca descansar
y agotar
festejando,
entre parrillas y tragos,
este temporal simulacro
de estado de excepción


lo dicho: creo que expondré mis pupilas de nuevo al salivazo honesto y entrañable de La silla de Fernando, esa joya fílmica en que David Trueba desnuda al gran Fernando Fernán Gómez...o volveré a maltratar mi sensibilidad con los bellos versos agrestes de No hay tiempo para libros (nadie a salvo) del poeta David de San Andrés (antes David González)...o escucharé de seguido hasta sangrar lágrimas el Kamikazes Enamorados de Quique González...quién sabe

1 comentario:

  1. Regreso yo también de un largo viaje a tierras lejanas, en África Central, de diez días y quiero de nuevo acompañarte, Pablo. Un abrazo, explorador, escritor en todas las circunstancias, testigo de excepción, excepcional siempre.

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te escucho...